Suena la alarma, la cama se siente más cómoda que nunca, las sábanas se sienten suaves como si te abrazaran y quieres dormir 5, 10 o hasta 15 minutos más. ¿Te suena familiar?
Cuando suena la alarma y presionas el botón de snooze es como si te negaras a comenzar el día. La señal que le estás enviando a tu mente es que no estás listo para un nuevo día y ese es el mensaje que tendrá por el resto del día. Probablemente esos minutos extras que dormiste hicieron que tuvieras que empezar el día con prisa porque tuviste que prepararte más rápido de lo que pensabas o hicieron que no te diera tiempo para desayunar o hicieron que llegaras tarde a clases o al trabajo. ¿Realmente te gusta vivir con prisa y siempre en ajoros?
Cuando suena la alarma es tu oportunidad de empezar el día bajo tus términos, estando en control del tiempo. La noche antes cuando escogiste la hora en que te ibas a levantar tenías grandes planes para el día y escogiste esa hora porque era la mejor para poder hacer todo lo que quieres. No lo eches a perder solo por dormir un poco más. Levántate y continúa con la misma emoción que tenías la noche anterior.
Darle snooze a la alarma se ha convertido en un hábito y no es un hábito bueno. Así como te acostumbraste a ignorar la alarma para dormir unos minutos más, puedes acostumbrarte a levantarte y poder hacer unas cuantas cositas más. Es hora de crear nuevos hábitos: escuchar la alarma y levantarte sin pensarlo.
Imagínate poder levantarte con calma para meditar o hacer ejercicios y luego darte un baño y desayunar. Suena como una mañana de las que salen en las películas. Pero si tan solo te levantas cuando suena la alarma ésta podría ser tu mañana también.
4 Consejos para crear el nuevo hábito de levantarte tan pronto escuches la alarma:
Duerme y descansa: asegurate de acostarte temprano para que hayas tenido 7-9 horas de descanso antes de que suene la alarma.
Escoge un sonido de alarma agradable para que te levantes relajado.
Coloca tu celular lejos de la cama para que tengas que pararte para apagar la alarma.
Organiza tu mañana el día antes para que sepas lo que harás tan pronto te levantes.
Si te levantas tan pronto suene tu alarma, te puedes premiar con un rico desayuno, una taza de café o un baño caliente. Celebra tus pequeñas victorias al comenzar el día ¿Crees que puedes levantarte esta semana tan pronto escuches tu alarma?
¡Col te dice que tú puedes!
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